Amigos:
Se acerca ya el día de vuestra partida,
y en breve otra ruta más larga andaréis.
Cual romeros sedientos que buscan la
fuente
los arcanos del mundo querréis desvelar.
Es justo el deseo y es grande el intento
y todos sin duda soñáis con lograrlo.
La Ciencia es esquiva y a muchos se
oculta;
tan solo es de quienes la buscan y siguen
y van incansables a donde ella está;
de aquellos que saben lo mucho que ignoran
y gozan al paso que alcanzan un nuevo
saber.
Y quien haya probado el placer de ese
esfuerzo
pagado ya queda con premio inmortal.
Un sabio ateniense nos dijo tiempo ha
que aprender es la ciencia más grande del
hombre:
El que aprende camina con paso seguro
y el límite agranda del mundo en que vive;
se aprende la ciencia y se aprende la
vida,
el amor, la amistad, la virtud y la
entrega
a las causas más nobles de la humanidad.
Haciendo se aprende y se aprende
queriendo,
se aprende sufriendo y errando se aprende.
Haciendo, sufriendo, queriendo y
errando
habréis aprendido lo más
importante;
que sea el primero de vuestros hallazgos
que nunca se puede dejar de aprender.
Loor al que aprende con paso seguro,
y curioso investiga y persigue las causas;
loor al que busca constante y no ceja
hasta hallar el sentido profundo y vital
de la ciencia del árbol del bien y del
mal;
Loor a vosotros, que día tras día,
al estudio constante entregados,
alcanzáis una meta que, otrora soñada,
estáis hoy a punto de al fin superar.
Gloria y honor a vosotros, amigos,
que es justo este día se os dé y
reconozca;
y tras el cansancio y fatiga de un largo
camino
procede gocéis de alegrías y albricias y
paz.
Pero paz no es descanso; el camino
prosigue.
La paz es un medio y un fin necesario
que en el ánimo infunde un estímulo nuevo;
el espíritu en calma, seguro y sereno,
progresa certero hacia el nuevo saber.
Conservar esa calma os hará más capaces
para dar pasos firmes por nuevos caminos,
que serán más estrechos y angostos y
duros,
y os
pondrán más a prueba en esfuerzo y valor.
Proseguid el camino. Por delante os espera
una ardua y difícil labor. Pero estáis
preparados,
dispuestos, seguros y firmes. La meta os
espera.
Y en
ella, parabienes de todos los que hoy aquí están.
Obradoiro, mayo de 1993.